La Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN).
La ASPAN trata asuntos de integración, prosperidad y desarrollo para un mejor desarrollo de América Latina, a base de cimientos de seguridad, a base de trabajos y comisiones de nueve ministros de los tres países.
Se hace una agenda de objetivos y metas, las cuales se plantearon en 2006 como prioridad, la competitividad, gestión de emergencias en la región, prevención y manejo de la influenza aviar, y humana, seguridad energética, fronteras inteligentes y seguras.
Se creará un consejo de competitividad donde los empresarios, presidentes de compañías de cada país tienen la función de dar recomendaciones a mandatarios e interactuar con los funcionarios para lograr un aumento en la competitividad.
Los empresarios hacen propuestas, para participar directamente en el proceso de elaboración y toma de decisiones, para hacer más eficiente, los grandes empresarios de los tres países se “integran”, discuten, acuerdan y le dicen qué hacer a los gobiernos. En el fondo se está privatizando la definición de las políticas públicas y convirtiendo a las instancias formales de representación democrática en nuevos entes decorativos. Sin tomar en cuenta los sectores sociales.
La ASPAN sigue haciendo pactos secretos que se realizan con el ejecutivo para evitar a los otros dos poderes, y por esto se da la situación de que México puede salirse del TLCAN sólo avisando con seis meses de anticipación, excepto lo pactado en el Capítulo de Inversiones que mantendría su vigencia por 10 años más (en dicho capítulo del TLCAN está uno de los núcleos duros y más profundos de los compromisos y de la pérdida de soberanía).
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